Cristo Rey: Puerta hacia un tiempo nuevo
- Andrés Góngora Fotografía
- hace 14 minutos
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La solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, que celebramos este domingo, último del Año Litúrgico, no es solo una fiesta más en el calendario de la Iglesia. Es un punto de llegada y, al mismo tiempo, un inicio. Marca el final de un recorrido comenzó en el Adviento del año anterior y abre la puerta al nuevo Adviento que está por comenzar.
Durante el Año Litúrgico hemos contemplado la vida de Jesús como es su nacimiento, su misión en la tierra, y lo más importante, su resurrección. La fiesta de Cristo Rey sintetiza todo: Aquel que nació humilde en un pesebre y murió entregándose por amor es proclamado Rey del Universo. Celebrar esta solemnidad es recordar que toda la historia converge en Cristo y el sentido que el Señor da a nuestras vidas.
Con esta festividad, concluimos un ciclo y entramos en otro y es importante que sepamos que Dios nos invita siempre a renovarnos, a no acomodarnos y a seguir confiando en Él puesto que cada año litúrgico nuevo, es una oportunidad nuevas para caminar más cerca de Cristo. El Adviento que llega, nos llama a esperar con fe, a preparar el corazón para Dios que viene de nuevo.
El Señor nos invita a Mirar a María, la primera que reconoció la realeza de su Hijo y se entregó plenamente a Él. Imitar su disponibilidad para que Cristo reine en nuestros hogares, en nuestra comunidad y en nuestra misión educativa y evangelizadora y vivir este cambio de ciclo litúrgico como una renovación interior: orar más, servir más y abrir espacios al Señor en nuestra vida cotidiana.
En María encontramos el mejor camino para reconocer a Jesús como Rey:Ella lo llevó en su seno, lo siguió en su vida pública y estuvo al pie de la cruz. Nuestro Rey es cercano, misericordioso y vivo. Se acerca a nosotros cada día, especialmente en la Eucaristía, para reinar desde dentro, desde el corazón.
Por eso, al cerrar un año litúrgico y abrir otro, pidamos:
“Señor Jesús, Rey del Universo, reina en nuestro corazón, en nuestras familias y en nuestra comunidad. Haznos testigos de tu amor, para que tu Reino crezca entre nosotros”.







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